martes, 28 de septiembre de 2010

MODELOS Y COINCIDENCIAS

Jean-Michel Aulas es un empresario francés de 60 años del sector de la informática. Dijo en cierta ocasión que donde más aprendió como estudiante fue en las revueltas del mayo francés del 68, en París: “Lo primero es la máxima de Cohn Bendit del ‘prohibido prohibir’. La empresa, como el fútbol, como la política, es la actitud. Hay que tener carisma, ganas y pasión”. Quien habla así es, además de empresario de éxito, el presidente del club de fútbol Olympique de Lyon.

El Olympique es el club más prolijo de Francia en la última década. Es un extraño modelo de gestión económica y deportiva. No hay otro club en Europa que, en los últimos años, haya sido capaz de convertirse en un habitual de la Champions alimentándose exclusivamente de fondos propios. Cuando Jean-Michel Aulas asumió la presidencia del Lyon en 1987 (tenía entonces 38 años) profetizó que el fútbol se encaminaba hacia un nuevo modelo de gestión inspirado en principios del mundo estrictamente empresarial. No se equivocó.

En una entrevista que le concedió al periódico El País, Jean-Michel Aulas afirmaba que los clubs europeos estaban al borde de una transformación muy grande. Decía que el sector se encontraba en una burbuja especulativa que aún no había explotado, como ya lo ha hecho la de Internet, la financiera o la inmobiliaria. “Es preciso, sentenció, diseñar un sistema de reglas para evitar el crack; como siempre que hablamos de burbujas, solo hay una cosa que permite amortiguar su estallido: un aporte masivo de capital”. Y añadía que era necesario que los dirigentes del fútbol, sobre todo la UEFA, participen de la solución porque de lo contrario el remedio será más destructivo que el problema.

El presidente del Olympique de Lyon cree que la solución tiene tres vertientes. La primera es acabar con el flujo de dinero que van a parar a los intermediarios en lugar de invertirse en construir buenos estadios y centros de formación para generar nuevos jugadores. Esto ha desencadenado un proceso inflacionista en los salarios de los jugadores y en los precios de los traspasos. Jean-Michel Aulas es partidario de poner un techo a las comisiones y a la cantidad de traspasos en los que participan los agentes, porque, y cito textualmente sus palabras, “no es sano que haya agentes vendiendo al mismo jugador todos los años y cobrando sin límites”.

La segunda propuesta se refiere al límite de jugadores profesionales que pueda tener un club y aboga por dar libertad total para fichar a los menores de 22 años y así impulsar las canteras. Y una tercera medida, que debe tomar la UEFA: definir las reglas del equilibrio presupuestario de los clubes en relación directa a los recursos propios. Pone un ejemplo: “Hoy tenemos a Moratti [Inter], a Berlusconi [Milán], a Abramovich [Chelsea], etc., inyectando dinero a unos equipos que son filiales de una compañía matriz. Si un día la inyección de dinero se corta, esos clubes entrarán en quiebra y arrastrarán a la quiebra a todo el sistema”.

Jean-Michel Aulas y el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, además de coincidir en uno de los nombres de pila, son también empresarios con carisma, ganas y pasión. Y si nos fijamos en la filosofía de trabajo del presidente del Olympique, vemos que Miguel Ángel Ramírez está en el mismo camino: invertir en el fútbol base con nuevas instalaciones o centros de rendimiento, evitar costosos traspasos que erosionan las arcas del club y comprar a coste cero y vender posteriormente para capitalizar a la sociedad deportiva. Una política, por cierto, que comienza a dar frutos.

Miguel Ángel Ramírez, a diferencia de Jean-Michel Aulas, no estuvo en París durante el mayo francés ni estuvo matriculado en la universidad. Pero decía el tristemente desaparecido Manuel Vázquez Montalbán que se aprende más en los pasillos que en las aulas. La forma en que ha logrado sacar adelante el proceso de la concursal y salvar a la UD Las Palmas de una muerte anunciada, siempre con la ayuda de un excepcional puñado de colaboradores, vale más que un máster de Columbia o Harvard. Ahora solo falta que lleve a la UD a la Primera División y luego a Europa. Y quién sabe si nos llega a tocar el Olympique de Lyon en el sorteo. Al fin y al cabo, soñar no cuesta nada.

sábado, 25 de septiembre de 2010

EL EMPATE ES UNA ANÉCDOTA

Hay equipo para seguir soñando. El empate es una anécdota. La UD Las Palmas dio muestras ante el Granada (1-1) de que es un equipo que sabe jugar al fútbol, que disfruta en el campo. Si no logró amarrar los tres puntos fue por un despiste puntual y por la extraordinaria actuación del portero visitante Roberto. Pero esta liga no ha hecho más que empezar y hay tiempo para corregir los errores.

Lo importante es que la afición (casi veinte mil aficionados) no salió del Estadio de Gran Canaria con un sentimiento de frustración. No había motivo para ello. Un empate es un punto valioso en una liga tan larga. Además, la afición amarilla se identificó con el juego del equipo y hasta llegó a practicar la ‘ola’, algo que no veíamos hace bastante tiempo en el recinto de Siete Palmas.

Cuando abandono el estadio oigo el comentario que un viejo socarrón, que posiblemente fue testigo de aquella UD de los años sesenta, le dice a su compañero de asiento: “Hoy soy feliz. Este equipo, de seguir así, nos va a dar muchas alegrías. Y además el equipo ha terminado con nueve canteranos en el campo. Tenemos futuro”. Vaya si lo tenemos.
Decía el poeta Blas de Otero que el futuro es nuestro. Si este grupo de jugadores sigue con la misma dedicación y el mismo sacrificio que hasta ahora vamos a disfrutar mucho a lo largo de esta temporada. Dentro y fuera de Gran Canaria. Y empates como estos serán sólo una anécdota.
  

jueves, 23 de septiembre de 2010

MARADONA, DE MITO POPULAR A COMEDIANTE

La última aparición de Diego Armando Maradona en un acto político es el vivo ejemplo de cómo un mito acaba convirtiéndose en un comediante. Fue hace unas semanas, junto a ese otro personaje de opereta, Hugo Chávez, que está llevando a Venezuela a un callejón sin salida y sin futuro. En ese acto, celebrado en el palacio de Miraflores, el presidente venezolano  anunciaba la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia. En las imágenes ofrecidas por las televisiones de todo el mundo se ve a un Maradona con pantalón deportivo y camiseta negra observando la verborrea de Chávez  rozando el éxtasis. Como si estuviera ante una aparición mariana. El futbolista afirmó que era un orgullo para él estar al lado del “líder del socialismo del siglo XXI” y que en dos semanas viajará a Cuba para saludar a su amigo Fidel Castro. Ahí es nada.
   
Es obvio que el poco o mucho talento que posee  Maradona sólo le ha servido para jugar el fútbol. Fuera de ahí, sólo devaneos, alardes, escándalos, fraudes y extravagancias. Eso sí, política y socialmente su figura ha sido utilizada y manipulada, a veces con su consentimiento,  desde que comenzó a ser un futbolista de los grandes. Dice el escritor argentino Juan José Sebreli en su excelente ensayo Comediantes y mártires (Debate, 2008) al referirse a Maradona: “La doble naturaleza era esencial en el héroe mitológico que tantos rasgos en común tiene con el ídolo popular, no sólo porque el héroe era mitad humano y mitad sagrado, sino porque aún lo sacro a su vez tenía dos caras: una lumínica, divina, otra tenebrosa, diabólica; y el héroe pasaba de una a otra”.
    
La dictadura militar de la Argentina de los años setenta, que encabezaba el general Videla, fue la primera en descubrir las condiciones carismáticas de Maradona; éste se dejó usar y a su vez utilizó a la dictadura para su propia carrera como deportista. El éxito de la Copa Mundial Juvenil celebrada en Tokio en 1979, que ganó la selección de Argentina y donde Diego Armando fue el mejor jugador del torneo, fue utilizado por la dictadura para mejorar su imagen y distraer a la opinión pública internacional de los crímenes que se estaban cometiendo. Repitieron la estrategia del Mundial de Fútbol de un año antes, que ganó Argentina por primera vez.
    
El dictador Videla dirigía, desde el canal estatal de televisión y vía satélite con Japón, un programa especial con Maradona al mismo tiempo que una delegación de la Comisión Internacional de Derechos Humanos que había acudido a Buenos Aires a investigar las desapariciones pasaba desapercibida, cuando no silenciada por los medios. A su regreso, el Pelusa fue recibido en la Casa Rosada, sede de la Presidencia, y Videla lo felicitó ante las cámaras. Fue eximido del servicio militar por su “condición de figura pública que debe ser un buen ejemplo”.
    
Dos años después, cuando los militares ya alentaban el espíritu bélico que llevaría a la aventura de Las Malvinas para esconder la bancarrota a la que estaban llevando al país, Maradona comenzó a dar discursos ajenos al fútbol siguiendo las directrices de los militares golpistas. Y hasta llegó a afirmar: “Mi país es como mi propia familia, y si un día nuestras Fuerzas Armadas tienen que defenderlo, ahí va a estar el soldado Maradona; porque antes que todo soy argentino”. Pero cuando llegó la guerra de Las Malvinas el soldado Maradona no cogió su fusil. Se quedó en casa, mientras que miles de jóvenes encontraron la muerte.
    
Otros gobernantes democráticos, como Raúl Alfonsín, Menem y hasta el matrimonio Kirchner, también buscaron su apoyo y lo encontraron. Maradona triunfó en España, en Italia y ganó tanto dinero que pasó de ser el joven humilde del arrabal de Buenos Aires al joven  millonario caprichoso, narcisista y hedonista que hacía lo que quería porque para eso tenía poder y dinero. Drogadicto confeso, hombre de la noche, estrafalario, con diamantes en las orejas, tatuaje en el brazo con la imagen de Che Guevara (otro icono argentino), pelo teñido de diversos colores, con un look a veces heavy a veces punk, representó una transgresión que seducía a ciertos jóvenes intelectuales del gusto izquierdista. Como dice Juan José Sebreli en su ensayo citado, “no le interesaba la liberación de las costumbres –nunca participó de movimientos en defensa  de derechos individuales--, sino la transgresión, necesitaba que existieran prohibiciones para violarlas”.
    
Hace unas semanas que ha roto con la Federación de Fútbol de su país como resultado del  discutido papel como seleccionador de Argentina en el reciente Mundial de Sudáfrica. Seguirá siendo una incógnita cómo se retirará de la vida pública. ¿Podrá renunciar a seguir siendo un ídolo? De momento, se conforma con ser el bufón de la corte de Chávez, en Venezuela, o de la corte de Fidel Castro, en Cuba

lunes, 20 de septiembre de 2010

CONTENER LA EUFORIA

Hace muchos años que la Unión Deportiva Las Palmas no tenía un inicio de temporada tan espectacular como éste. Manuel Borrego, que posiblemente sea el único periodista canario que lleva elaborando desde hace 15 años todas las estadísticas del equipo amarillo de forma paciente y ordenada, publicó el pasado domingo en LA PROVINCIA un excelente trabajo donde disecciona con maestría el arranque liguero.

Según sus estadísticas, la UD de Paco Jémez supera en las primeras cuatro jornadas de liga los promedios históricos del Club en Segunda A: nada más y nada menos  que 2,5 goles por encuentro y una secuencia de un gol cada 36 minutos. En estos momentos es el segundo equipo más goleador de la categoría tras el Real Betis. Borrego recuerda que el dato más próximo que tiene del equipo amarillo es la etapa de Pacuco Rosales en Segunda B: un gol cada 41 minutos.

Todos estamos ilusionados con el arranque de la temporada, pero hay que contener la euforia. La Liga Adelante es muy larga y van a producirse contratiempos. Hay que estar mentalizados para superarlos. Dice un viejo proverbio que la grandeza del hombre no está en celebrar los éxitos sino en saber superar las derrotas. Y el apoyo incondicional de los aficionados y su comprensión es fundamental cuando lleguen esos momentos a lo largo de la competición.

Algunos aficionados advirtieron hace unos meses del excesivo riesgo del club en apostar por los jóvenes valores de la cantera amarilla. Y en efecto, era un riesgo que la Junta Directiva asumió con coraje y por necesidad. De momento, todo ha ido bien. Pero ese proyecto debemos asumirlo los aficionados: debe ser de todos. Porque está muy claro que el fútbol no es un negocio, salvo para las televisiones y otros agentes económicos que pululan a su alrededor; si lo fuera los bancos serían los primeros en comprar las acciones de los clubes deportivos. De momento, no he visto ni a Botín (Santander) ni a González (BBVA) adquirir uno de los equipos punteros del fútbol,  a pesar de que la Bolsa es también una forma de juego.

Pues eso: a contener la euforia, pero sin dejar de seguir soñando.

viernes, 17 de septiembre de 2010

ESTO NO ES UN SUEÑO

No hay secretos para el éxito. Éste se alcanza con preparación, trabajando con mucha intensidad y aprendiendo de los fracasos. Tras la victoria ante el Villarreal B (0-3) es evidente que la Unión Deportiva Las Palmas ha seguido al pie de la letra la fórmula para triunfar. Y el hombre que ha hecho posible lo que hasta hace un mes era una incertidumbre tiene un nombre: Paco Jémez. Es sólo un paso más, el cuarto de la temporada, pero nadie nos puede negar a estas alturas el derecho a soñar.
Y es que no cuesta nada soñar cuando vemos como veteranos como Josico, Guayre, Barbosa o Samuel y jóvenes canteranos como Vitolo, Jonathan Viera, Aythami o Armiche están haciendo posible un proyecto tan ilusionante como el que ha iniciado el equipo amarillo esta temporada. Es verdad que la Liga Adelante no ha hecho más que empezar, pero se hace camino al andar, como dijo el poeta más humilde de la literatura española. Eso sí,  el objetivo tiene que seguir siendo el partido de la próxima semana y el de la siguiente y no el final de la temporada.
Pero de momento, soñemos.  Con el gol de cabeza de Josico, con la falta directa de Guayre por la escuadra o con la jugada coral (¡qué obra de arte!) en la que Viera marcó el tercer gol. Soñar es fácil con un equipo que se deja la piel en el campo los noventa minutos, que tiene una admirable disciplina táctica, que impresiona con sus contragolpes letales o que son solidarios a la hora del sacrificio.
“La sencillez es una fuerza que vence todas las astucias”, dijo Henry Beyle, más conocido por Stendhal, que además de ser uno de los más grandes escritores franceses de todos los tiempos fue también un excelente estratega como militar en un periodo de su vida. Paco Jémez podría suscribir sin género de dudas esa expresión. Porque el andaluz que nació en Las Palmas de Gran Canaria sabe mucho de sencillez y de astucias.



jueves, 16 de septiembre de 2010

UN COMIENZO FELIZ

La primera vez que la UD Las Palmas me hizo sentir partícipe de una felicidad colectiva fue el 19 de abril de 1964; la última, el pasado sábado. Entre una y otra fecha ha llovido mucho. He visto al equipo amarillo en lo más alto (como aquel Subcampeonato en la emporada 1968-69 o la final de la Copa del Rey nueve años después) y he sufrido como cualquier aficionado sus descensos a Segunda A, primero, y a Segunda B, después. Pero siempre, en los triunfos o las derrotas, en los momentos tristes o alegres, he sentido por el equipo la misma militancia emocional. Algo difícil de explicar con racionalidad, porque toda emoción es subjetiva. Como el arte. Todavía hay falsos intelectuales que no se explican como Albert Camus, premio Nobel de Literatura, pudo afirmar que “no hay lugar de mayor felicidad humana que un estadio de fútbol repleto de aficionados”. Yo siento lo mismo.

No había cumplido aún los 12 años cuando quedé inoculado para siempre con el virus amarillo y azul. Fue, como decía al principio, el 19 de abril de 1964, fecha en que la UD Las Palmas consiguió en el Campo de Las Colonias ante el equipo murciano Abarán su cuarto ascenso a la Primera División. Como no viví los tres anteriores, ese día tuve la certeza de que se podía tocar el cielo con las manos. Aquellos jugadores, entonces héroes de mi mundo adolescente, se quedaron grabados hasta hoy en el territorio de la memoria: Oregui; Aparicio, Tonono, José Luis; Ardura, Guedes; Juan Luis, Torrent, Gilberto I, Evaristo y Vegazo. El marcador acabó con un contundente 0-3 (Vegazo, Gilberto I y Guedes). Fue la primera vez en sentir esa felicidad colectiva.

La última fue hace cinco días con la victoria ante el Alcorcón. Y no solo por el marcador (4-1), sino por el estilo de juego coral que Paco Jémez ha puesto en práctica esta temporada y que nos hace recordar los mejores momentos en la historia de la UD Las Palmas. Un juego que ya cautiva a todos los aficionados canarios y que los analistas nacionales comienzan a elogiar. El primero en reconocerlo ha sido el propio técnico del Alcorcón, Juan Antonio Anquela: “Hacía tiempo que no veía jugar tan bien al fútbol”. El segundo, Santi Cañizares en ‘El Día del Fútbol’ de Canal Plus, donde anunció que vendría al Estadio de Gran Canaria a ver el excelente juego amarillo. Y el tercero, Maldini, que seleccionó el gol de Vitolo en su sección ‘La Parabólica’ del programa Fiebre Maldini, también de Canal Plus.

Sirva esta introducción y este texto como pretexto para iniciar el blog ‘Alegrías y Olvidos’ en la web oficial de la UD Las Palmas, que hoy estrena diseño y filosofía. Quiero aclarar dos cosas. La primera, que más que artículos periodísticos lo que pretendo con mis comentarios es reflejar un ‘estado de ánimo’, que en muchos aspectos coincidirán con los miles de aficionados amarillos. Y la segunda, que tengo libertad absoluta a la hora de abordar los contenidos. No podía ser de otro modo.

Solo espero que al final de la temporada que ahora comienza podamos ser más felices que la anterior. La conciencia y el corazón me dice que así será.