sábado, 27 de noviembre de 2010

LA UD CAMBIA LA HISTORIA

Ramiro M. es aficionado amarillo desde que tiene uso de razón. Vive en el barrio de Escaleritas y hace un año que la crisis económica lo arrastró al paro. Vive un momento de incertidumbre, como tantos canarios que están en la misma situación. Con esfuerzo renovó el abono de la UD Las Palmas gracias a las facilidades que da el club a los desempleados. No se ha perdido un partido en el Estadio de Gran Canaria en lo que va de temporada. La victoria amarilla ante el Rayo Vallecano (2-1) le devolvió la alegría y la esperanza, que compartió con 14.588 aficionados. Ramiro M. fue un hombre feliz a pasar de la dura realidad que está sufriendo.

Como a Ramiro M., la UD Las Palmas nos hizo felices a todos, a los que fueron al estadio y a los que lo vieron por la pequeña pantalla. No era un partido fácil. Se enfrentaba a un equipo que está segundo en la clasificación y es firme aspirante al ascenso. Incluso un penalti en la primera parte (¿cuántos nos han pitado en lo que va de temporada?) puso a los canarios entre las cuerdas. Pero el equipo, con una admirable afición apoyando desde las gradas, salió la segunda mitad dispuesta a cambiar la historia de siempre, la que ha impedido que el equipo ganara los tres puntos en los últimos 20 minutos de juego. Y la cambió.

La UD comenzó a tocar el balón, con un Jonathan Viera inspirado, acorralando en su campo a la escuadra madrileña. Pudo empatar con dos disparos desde fuera del área de Javi Guerrero y un tercero de Cejudo que repelió la cruceta. Pero el destino le tenía guardado a Pedro Vega una tarde para reivindicarse. El jugador de San Mateo sustituyó por lesión a Vitolo y fue una amenaza constante por la banda izquierda. Perdiendo por 0-1, el entrenador Paco Jémez arriesgó sacando del campo a un defensa (Aythami) y poniendo a un delantero, el joven argentino Mauro Quiroga. Fue entrar y besar el santo. En una de sus incursiones, Pedro Vega hace un centro al punto de penalti y Quiroga remata de forma espectacular adelantándose a su marcador. Era el minuto 80. El estadio casi se viene abajo. Seis minutos después, Pedro Vega vuelve a hacer un centro calcado del anterior para que Javi Guerrero, siempre oportuno, marque el gol de la victoria a cuatro minutos del final. Fue la apoteosis. Los aficionados obtenían así su premio a la fe que nunca perdieron. Ellos también ganaron el partido.

Como en la vida, los perdedores en el fútbol son más numerosos que los ganadores. Quizás por eso ha sido a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI el deporte de los más humildes, de los desheredados de la tierra, que ven en él, de forma consciente o inconsciente, una representación de su propio destino. Por eso Ramiro M., a pesar del drama familiar que vive por su situación de parado, fue feliz gracias a una victoria casi imposible de la UD Las Palmas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA

Las derrotas son siempre tristes. Pero perder por 4-2 ante el Salamanca cuando la UD Las Palmas estaba por delante en el marcador y dominaba el partido a 20 minutos para el final es doloroso y decepcionante. Y sobre todo cuando volvemos a tropezar con la misma piedra: perder puntos en los últimos 25 minutos. Ocurrió ante la Ponferradina (3-2), Elche (2-2), Girona (1-1) y ahora en Salamanca (4-2).   
    
     Lo paradójico es que la UD no jugó mal. Todo lo contrario. Hubo momentos del encuentro que hizo su fútbol y hasta pudo sentenciarlo en una elaborada jugada colectiva con disparo final de Vitolo que pudo ser el 1-3. Fue una fase del partido en que el Salamanca estaba noqueado y no sabía cómo contrarrestar el juego amarillo. El empate de los blanquinegros, en un contragolpe con más corazón que cabeza, fue lo que le dio el oxígeno suficiente para darle la vuelta al marcador. Y también contó los salmantinos con esa chispa de fortuna en el 3-2, tras el despeje fallido de David García en la línea de gol, y la ausencia de concentración defensiva en el 4-2 definitivo. ¡Qué lástima!

     Un dato que es preocupante son los goles que ha encajado la UD en los últimos cuatro partidos (10 tantos), cuando en los cuatro primeros de la actual competición sólo recibió tres. ¿Por qué con el mismo sistema y con prácticamente los mismos jugadores se encajan ahora tantos goles? Es la cuestión que hay que analizar y corregir. Paco Jémez decía en la rueda de prensa posterior al partido que no “creo en las casualidades,  ni en la mala suerte; sólo en el trabajo”. Sabias reflexiones.  Porque no nos olvidemos que la UD tiene este año una plantilla que se ha nutrido de muchos jugadores jóvenes de la cantera que necesitan un rodaje y una adaptación a una categoría muy dura y exigente.

     Pero hay que seguir con los pies en el suelo. Ahora recibimos en el Estadio de Gran Canaria a un gallito de segunda: Rayo Vallecano. Es una prueba dura y la UD necesita más que nunca del apoyo de la afición de forma masiva. Porque se podrán perder partidos, pero no la ilusión.     
       

sábado, 13 de noviembre de 2010

TIEMPO DE SILENCIO

Otra decisión arbitral errónea en los minutos de descuento impidió la victoria de la UD Las Palmas ante el Girona (1-1). Un penalti inexistente, reconocido así hasta por el jugador visitante Kiko Ratón al final del partido, vuelve a restar dos puntos a un equipo que puso el juego, la clase y hasta las oportunidades. Nunca un equipo hizo tan poco para llevarse tanta renta del Estadio de Gran Canaria. Decir a estas alturas que el fútbol es así es un consuelo de tontos. Pero ya son dos encuentros seguidos (Elche y Girona) en los que se han perdido cuatro puntos en los minutos de descuento. Volvemos a chocar con la fortuna y el destino.

Pero no hay que achacarlo todo al error del árbitro. La UD tuvo que hacer dos cambios en la primera parte por las lesiones de Josico y Armiche. Así y todo, tras el descanso el equipo volvió a controlar el partido superando la incertidumbre del último cuarto de hora del primer periodo. Incluso pudo marcar en magistrales jugadas de David González y Jonathan Viera. Pero una absurda jugada de Samuel, que le costó la expulsión junto al jugador visitante Chechu, obligó a Paco Jémez a realizar un tercer cambio por circunstancias técnicas y no por el juego que se estaba desarrollando. El equipo se rehízo y superó los ataques visitantes hasta que llegó el presunto penalti en el minuto 90. Y con el empate, la decepción.

Paco Jémez  hizo un planteamiento realista en la rueda de prensa posterior al partido: “Olvídense del pelotón de cabeza con los errores que estamos cometiendo en el terreno de juego; tendremos que seguir trabajando día a día para lograr los 51 puntos que nos garantice la permanencia”. La reflexión del entrenador amarillo me recuerda a una frase de Miguel de Unamuno, autor de Del sentimiento trágico de la vida: “El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura”. Esperemos que ante el Salamanca, a pesar de los lesionados y las ausencias por tarjetas (Samuel y Cejudo), la UD vuelva a dar en el clavo y no en la herradura.

martes, 9 de noviembre de 2010

ARTE Y ESTADÍSTICAS

ELOGIO.—El joven jugador de la UD Las Palmas, Jonathan Viera, volvió a ser objeto de un comentario elogioso de Maldini en el programa 'El Día Después' de Canal Plus. En un adelanto de 'Fiebre Maldini', eligió el segundo gol amarillo contra el Elche, una joyita de Viera, entre los mejores tantos nacionales e internacionales del pasado fin de semana. El ex jugador y ahora comentarista Santi Cañizares también resaltó la excelente jugada del canterano, destacando su juventud y desparpajo. Y es que el movimiento que hizo el canario con la complicidad de David González fue algo más que una jugada de fútbol: fue como un verso de Machado o una pincelada de Renoir. Puro arte. 

TORTURA.—El excelente periodista de La Provincia, Manuel Borrego, hizo el lunes un documentado estudio estadístico sobre los goles que encaja la UD Las Palmas con una certera conclusión: la última media hora es una auténtica tortura. Porque los amarillos se han dejado en el camino nueve puntos en los 30 minutos finales de sus encuentros. En ese periodo del juego encajó diez tantos que frustraron las posibles victorias frente al Granada, Recreativo de Huelva, Ponferradina y Elche. Una lástima, porque con esos nueve puntos la UD Las Palmas tendría en la actualidad 26, es decir, los mismos que tiene el líder Real Betis. Pero tiempo hay para corregir, porque la Liga Adelante no ha hecho más que empezar.

GOLES.—Seguimos con estadísticas, esta vez de cosecha propia. La UD es un equipo que marca goles (es el segundo realizador de la categoría junto al Celta de Vigo con 20 goles, solo superado por el Real Betis, con 26), pero también los recibe y en los últimos cinco encuentros de forma alarmante (11 tantos). La portería amarilla se ha mantenido a cero en sólo dos partidos de los once disputados en esta temporada: ante el Huesca y el Villarreal B, los dos lejos del Estadio de Gran Canaria.  Esperemos que el sábado cambie esta tendencia ante el Girona y la afición reciba una alegría.

TENERIFE.—El equipo que no lo está pasando bien esta temporada es el CD Tenerife, nuestro eterno y entrañable rival. La prensa tinerfeña, por más análisis y estudios que hacen, no son capaces de explicar los motivos de esta anomalía, sobre todo teniendo en cuenta la impresionante (y costosa, por cierto) plantilla de la que dispone el entrenador de turno. Los críticos deportivos tinerfeños resumen así la situación: “Es un equipo roto, sin ideas y sin futuro”. Cuando ya se ha cumplido el primer cuarto de la competición el CD Tenerife sólo tiene 6 puntos de 33 posibles, ocupando en solitario el último lugar de la clasificación. Es para estar preocupados y en la otra isla lo están. Le deseamos lo mejor.

viernes, 5 de noviembre de 2010

LA TÁCTICA FUNCIONÓ A PESAR DE TODO

La UD Las Palmas no ganó en Elche (2-2) por un gol que encajó en los minutos de descuento y en una jugada a balón parado. No se puede decir que cometió el mismo error que en Ponferrada, porque esta vez el equipo amarillo hizo un partido táctico, serio y sacrificado. Pudo abrir el marcador a los 24 segundos de juego, marcó dos goles tras dos hermosas jugadas,  supo frenar los embistes de un equipo que salió en tromba para lograr el triunfo y estuvo a punto de rematar el resultado en un contragolpe de David González.  Pero esto es un juego. El empate sabe a poco cuando ya se saboreaba las mieles de la victoria, pero también es un punto menos para llegar a los 51 de la permanencia. Que no se olvide.

Lo que sigue demostrando la nueva UD es que es un equipo solidario, un estado de ánimo, donde no hay figuras decorativas y que se entrega los noventa minutos que dura el encuentro. Incluso superó admirablemente los cambios que tuvo que realizar Paco Jémez por las lesiones de Pedro Vega y Aythami en la primera media hora de partido. Estos imponderables que pueden trastocar un trabajo previo apenas se notó en el campo, donde la maquinaria siguió funcionando con las incorporaciones de Armiche y Pignol. Así funciona un colectivo.

Lo cierto es que el fútbol constituye una metáfora de la condición humana, porque permite vislumbrar la incertidumbre de los estatus colectivos, como asimismo los azares de la fortuna y el destino. Cuando vi en el  televisor que el cronómetro llegaba al minuto 90 estaba convencido de que esta vez no se iban a escapar los tres puntos. Lo pensaba yo y miles de aficionados amarillos. Pero ahí estaba el destino, agazapado en la portería amarilla. El Martínez Valero volvió a ser nuestro estadio talismán, pero solo a medias. Y todo por culpa de una jugada a balón parado.

  


jueves, 4 de noviembre de 2010

CON LOS PIES EN EL SUELO

“Somos un equipo modesto, que está creciendo, y no quiero perder esta perspectiva”. Son palabras de  Paco Jémez, entrenador de la UD Las Palmas 24 horas antes del partido ante el Elche [ver la web oficial de la UD Las Palmas]. No conozco personalmente a Paco Jémez, pero un deportista que afirma refiriéndose a su equipo “que lo mejor está aún por llegar y lo digo de corazón”  me inspira algo más que confianza. Tengo la creencia de que estamos ante un técnico que puede hacer grandes cosas en la entidad amarilla, siempre que se le deje tiempo para hacer su trabajo y cuente con la absoluta confianza del Consejo de Administración, como así parece.

Y avisa: “Si podemos luchar para algo más que por la permanencia, que a nadie le quepa duda que lo vamos hacer”, pero matizando que "a estas alturas, nuestra meta sigue siendo la misma: los 51 puntos”. Porque Jémez recuerda que “somos un equipo humilde con un proyecto para mantener la categoría”  y finaliza afirmando que “este equipo, si sigue en la misma línea, nos va a dar más alegrías que tristezas. De hecho, se lo he comentado esta mañana a mis jugadores: ‘Si creyerais la mitad de lo que creo en vosotros, veríamos las cosas desde otra perspectiva mejor”.

Estas declaraciones de Paco Jémez vienen a demostrar que posee la doble cualidad de un buen entrenador de fútbol: técnica y psicología. Me encanta su optimismo y su forma de comunicar las sensaciones positivas del colectivo que dirige. Esperemos que sea  el mejor prólogo para el partido ante el Elche en el Martínez Valero, por cierto un estadio talismán para la UD Las Palmas.