Lo que más me preocupa de la derrota en Ponferrada (3-2) es el ánimo de los jugadores. Perder un partido después de ir ganando por 1-2, que pudo ser 1-3, es un golpe difícil de encajar. Pero precisamente después anularse ese hipotético tercer gol amarillo a Javi Guerrero, tras una gran jugada colectiva, vino un contragolpe del Ponferradina que dejó en minoría a la defensa canaria. Y llegó el empate y después, en circunstancias muy parecidas, el tercer y definitivo gol local. Una lástima. Lo que pudo haber sido el mejor regalo para los entrañables aficionados de la Peña La Bañeza de León acabó en decepción. Son los lances del juego. Además, el equipo que no arriesga no gana y a veces el riesgo se paga caro.
No hay que poner peros a la actitud de los jugadores de la UD Las Palmas. Se dejaron la piel en el campo. Lucharon los noventa minutos y me viene a la mente una frase del militar y político argentino José de San Martín: “Una derrota peleada vale más que una victoria casual”. Es posible, como dijo Paco Jémez, que faltara más competitividad en momentos puntuales y que también faltara temple con el balón para saber matar un partido que dominaba con el 1-2. Pero el otro equipo, la Ponferradina, se estaba jugando la vida (fue su primera victoria en esta temporada) y sacaron fuerzas para superar a unos amarillos perplejos por el cariz que tomó el encuentro el último cuarto de hora.
El partido también nos deja algo positivo: el debut del colombiano Perea con la UD Las Palmas. Hizo dos remates que pudieron ser dos golazos (uno de ellos con la cabeza) y le señalaron un fuera de juego que no existió cuando se quedaba solo ante el portero. Y todo en los 24 minutos que estuvo en el campo. Buenas señales.
Ahora lo que toca es el equipo supere esta derrota y acuda a Elche con el ánimo renovado. El balance de los amarillos cuando hemos llegado a la décima jornada es esperanzador: cuatro victorias, cuatro empates y dos derrotas. Esos 16 puntos que tiene la UD Las Palmas los hubiera firmado, sin nungún género de dudas, cualquier aficionado en el comienzo de la Liga.