La UD Las Palmas no sólo tuvo que enfrentarse al Elche (2-1), sino también a los errores arbitrales para poder ganar el partido. Tres puntos que vale su peso en oro y tambien un paso de gigante para lograr el propósito de la permanencia en la división de plata del fútbol español. La clave estuvo, sin duda, en ese gol de Javi Guerrero cuando habían transcurridos cuatro minutos del gol visitante tras una jugada muy elaborada de los atacantes amarillos.
La primera parte apenas hubo fútbol. Los dos equipos se respetaron mucho y ninguno quería arriesgar. El segundo tiempo fue otra cosa. La UD salió con más bríos que el Elche y fue sumando ocasiones. Hasta que llegó el gol ilicitano precedido por una clara falta de Acciari a Josico. Ni Pino Zamorano ni su ayudante en la banda se dieron cuenta de la ilegalidad del gol. Pero, como decía, llegó muy rápido el gol de Guerrero, que tuvo el bello gesto de dedicárselo al jugador alicantino Tote que pasa por momentos delicados. Con los cambios, la UD ganó profundidad y fue precisamente un gran pase de Mauro Quiroga (que entró en el campo por Quero) a Pedro Vega el origen del segundo tanto amarillo, y que sería definitivo para lograr la victoria.
Ya uno ha olvidado cuándo fue la última vez que la UD Las Palmas logró cuatro victorias seguidas. Un total de 12 puntos en un mes. Ahora el equipo puede trabajar con menos presión, sin ansiedad, ganando confianza en sus posibilidades de permanencia. Es probable, tal y como se está desarrollando este año el calendario, que con tres victorias más se pueda lograr el objetivo. Pero no hay que dormirse porque en esta categoría nadie regala nada.
Leí una vez una frase (el autor no lo recuerdo) que se me quedó grabada: “La reconciliación es más bella que la victoria”. La traigo a colación porque ver a la afición reconciliada con la UD es tan importante como el triunfo ante el Elche. Y es que el “pío, pío” volvió al Estadio de Gran Canaria como en los mejores tiempos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario