Si el tiro de Javi Guerrero o el de Pedro Vega hubieran entrado en el marco visitante hoy nuestro estado anímico, como el de miles de aficionados canarios, hubiera sido diferente. Y la UD Las Palmas estaría encabezando en solitario la clasificación de la división de plata del fútbol nacional. Pero esos dos balones no entraron, como la entrada que le hizo Cerra a Mauro Quiroga que por centímetros, según el criterio del árbitro, no fue penalti. Tampoco lo fue, según el mismo criterio, el agarrón que le hicieron dentro del área a Pedro Vega (hay una imagen en el portal deportivo tintaamarilla.es que lo aclara) y hasta le costó una injusta tarjeta amarilla porque, según el colegiado, simuló la falta. Pero esto es un juego y no una fórmula química o matemática. Como dijo Juan Manuel Rodríguez, “el árbitro no ha tenido acierto y la UD tampoco”. Es una forma elegante de reconocer también que a su equipo le faltó chispa y que pudo hacer más durante al menos 80 minutos del partido. Ahora hay que pensar en el Girona y olvidarse del Córdoba de Paco Jémez. Sin olvidarse del debut del joven Artiles, una fecha que quizás recordarán los cronistas deportivos del futuro. Ánimo a todos los aficionados (“Arriba los corazones”, diría el inolvidable Antonio Lemus) porque esta liga no ha hecho más que comenzar.
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