Dicen los que presenciaron el partido Nastic-UD Las Palmas en Tarragona que el equipo amarillo hizo un partido para enmarcar. Dicen también que todo funcionó con la perfección de una maquinaria suiza y que el gol encajado fue el único error que se cometió en el centro del campo. Y por último los cronistas colman de elogios el juego de Jonathan Viera (dos goles y un penalti fallado). Uno se alegra de que la UD vuelva a encontrarse con la victoria, sobre todo después de las críticas recibidas por su juego ante el Celta de Vigo en el partido de Copa del Rey. Creo que ni entonces fueron tan malos ni ahora son los mejores. Digamos que aquello fue un accidente. Pero hay que seguir con los pies en la tierra. Es importante haber comenzado la Liga con buenos resultados (dos victorias y un empate), pero sin olvidar que queda un largo camino por andar. Pero es importante, de momento, mirar la clasificación y ver al equipo en el pelotón de cabeza. Dice el poeta C. C. Cortez que el éxito se alcanza convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso. Es una buena reflexión teniendo en cuenta que ahora nos visita del Córdoba, dirigido por el ex entrenador amarillo Paco Jémez. No me fío. Por eso será importante llenar las gradas del Estadio de Gran Canaria.
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