Si no hay organismo que lo remedie la Liga BBVA, es decir la Primera División española, es cosa de dos: Real Madrid y Barcelona FC. Hace siete años que no tienen rivales para desplazarlos de los primeros puestos y nadie duda desde la primera jornada, con humillantes goleadas al Real Zaragoza (0-6) y Villarreal (5-0), que serán los únicos equipos que luchen por el título de Liga. Muy mal se pone el fútbol español cuando sólo dos equipos son competitivos y los demás hacen de convidados de piedra. Es verdad que siempre han tenido detrás una gran masa social en toda España, pero nunca como ahora se nota una diferencia tan abismal. ¿El motivo? Los ingresos por derecho de televisión. Leo en El País de hoy (31-8-11) que la operadora televisiva Mediapro pagó la temporada pasada 140 millones de euros a Madrid y Barça por tan solo 12 a equipos del nivel de Levante, Hércules, Sporting, Málaga y Real Sociedad. Sin embargo, en la liga inglesa el reparto es mucho más equitativo: el mejor pagado, el Manchester United, se llevó 68 millones por derechos televisivos; el peor, el Blackpool, 44. Esto hace que la Liga española esté descafeinada desde el primer partido del campeonato. Que el Real Madrid pague por un jugador que luego cede a otro equipo la misma cantidad que, por ejemplo, la UD Las Palmas tiene como presupuesto para su plantilla es algo indecente. O estas abismales diferencias se corrigen o la Liga no va a tener ningún futuro. ¿Qué sentido tendría la competición?
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